Arturo Zúñiga: “Lo que uno entrega es importante, pero lo que recibe es mucho más”

Arturo Zúñiga: “Lo que uno entrega es importante, pero lo que recibe es mucho más”

https://www.latercera.com/resizer/v2/BHSR7KRVHBD6JIAYCCMLYH7T5Y.jpg?auth=24286eb0f4ba0ead676bf382bee0030a4c475642c838d868be1c1aeff74a2e42&smart=true&width=990Ex subsecretario de Salud y ex convencional, Arturo Zúñiga fue parte del programa Jóvenes al Servicio de Chile entre 2009 y 2010, experiencia que lo llevó a trabajar en la comuna que define como la más bonita del país: Panguipulli. A los 26 años, recién casado y asumiendo la Dirección de Salud Municipal, vivió uno de los aprendizajes más significativos de su vida profesional y personal. Su paso por el programa —al que llegó desde una vocación temprana de servicio público— estuvo marcado por el trabajo directo con la comunidad, la aplicación temprana de su formación profesional y la construcción de vínculos que perduran hasta hoy. Una experiencia que recomienda a ojos cerrados a las nuevas generaciones de profesionales.

¿Qué rol cumpliste en Panguipulli y cómo fue esa experiencia en lo personal y profesional?
Me fui recién casado con mi señora. Ella llegó como directora de Desarrollo Comunitario y yo como director de Salud Municipal, es decir, a cargo de los consultorios y las postas. Estudié ingeniería comercial y el trabajo que hice en Panguipulli fue, lejos, el mejor que pude haber tenido a esa edad. Aprendí muchísimo y pude poner en práctica toda la formación que había recibido, a una edad muy temprana, porque tenía 26 años cuando llegué allá.

¿Recomendarías participar en Jóvenes al Servicio de Chile a otros profesionales jóvenes?
Lo recomiendo a ojos cerrados. Lo que uno entrega es importante, pero lo que recibe es mucho, mucho más. Es una experiencia increíble de la cual no se van a arrepentir, porque permite crecer profesionalmente, pero también en lo humano, al estar directamente al servicio de una comunidad.

¿Qué huellas te dejó esa experiencia en términos de vínculos y recuerdos?
Además de lo profesional, uno deja amigos que permanecen hasta el día de hoy. En mi caso, por ejemplo, está don René, que fue alcalde de Panguipulli en esa época. Converso con él de vez en cuando y cuando voy para allá siempre lo paso a ver. Son relaciones que trascienden el programa y que hacen que uno mire hacia atrás y sienta que realmente valió la pena.