Javiera Rodríguez: “Fue un trabajo de años para que los compañeros confiaran en alguien que pensaba totalmente distinto a ellos”

Estudiante de Comunicaciones, luego de casi 10 años recuperó la Consejería Superior para el gremialismo en la Universidad Católica, Rodríguez nos cuenta sus anhelos para este año y cuáles serán los temas que marcarán su agenda, su vocación por sus compañeros y el rol de la política universitaria en la sociedad.

1.- ¿Qué sientes al recuperar la Consejería Superior de la UC luego de casi 10 años de que el gremialismo no obtuviera este cargo?

Me siento muy orgullosa y a la vez muy ansiosa. Sé que tengo una responsabilidad gigante, que parte incluso por las expectativas que tanto los votantes como el propio equipo tiene sobre el trabajo. Es extraño, pero muy emocionante: sabemos que hay que hacer algo extraordinario, pero nos falta mucho por aprender para hacerlo.

2.- ¿Cómo y por qué te interesaste en la política universitaria?

Siempre me interesó la política a secas. En el colegio estaba metida en todo y me preocupaba porque las cosas se hicieran. Llegué a la UC a hacer lo mismo, pero aprendí que había que ganarse el lugar, sobre todo en Comunicaciones, mi facultad. Fue un trabajo de años para que los compañeros confiaran en alguien que pensaba totalmente distinto a ellos.

3.- ¿Cuál es el sello que quieres instaurar en este año de trabajo en la UC?

Quiero que sea una consejería trascendente. Que haya hecho cambios reales, solucionando problemas a compañeros. Que también proyecte la idea de que trabajar con los distintos es algo positivo, de que escuchar ideas de los demás puede llevar a mejores soluciones. Una consejería que sea ejecutiva y cercana.

4.- ¿Cuál fue el camino que recorriste para ser Consejera Superior de la UC?

En mi vida política, fui sumamente perdedora. No es fácil ser gremialista en un territorio donde desde hace años que gana la izquierda con harta ventaja y sin mayor esfuerzo. Partí como candidata a delegada y después como candidata a territorial. Numéricamente me fue súper, pero igual no gané. Me acostumbré a la posibilidad de perder, así que sabía que siempre tenía que jugármela haciendo actividades para mis compañeros y cosas que les sirvieran. Si iba a perder siempre, al menos perder dignamente.

5.- ¿Qué rol crees que tienen los jóvenes que hoy son llamados a participar de la política universitaria?

Creo que como generación tenemos las cosas súper fáciles. Moverse y alcanzar objetivos no es tan difícil, la tecnología está a nuestro alcance y las autoridades están dispuestas a escucharnos. El desafío es dejar de hacer conflicto entre pequeñeces y movernos por trabajar. Nosotros tenemos mucho que decir y contamos con la energía y la disposición de otros. El desafío es dejar de quejarse y ejecutar. Falta mucho de eso en nuestra generación, eso de poner los pies en el barro e intentar.