El problema de un país que envejece

Chile se encuentra en un proceso de transición demográfica. Eso significa que su población se está haciendo mayor, pues junto con aumentar las expectativas de vida de los chilenos, las tasas de natalidad han disminuido considerablemente. Esta situación nos plantea un desafío: cómo implementar políticas públicas que, además de resolver los problemas asociados a la mayor edad (dependencia y discapacidad), promuevan la participación de los adultos mayores y valoren su real aporte al bien común.